Tener una plantilla diversa en términos organizacionales es altamente beneficioso para las empresas, ya que la diversidad aporta una variedad de experiencias, habilidades, ideas y perspectivas que contribuyen de manera significativa al progreso de la organización. Sin embargo, los beneficios se extienden más allá del ambiente de trabajo, y se reflejan en los logros empresariales, el desarrollo del talento, la generación de ideas innovadoras y el crecimiento profesional.