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Mi vuelta al mundo empezó y terminó con PayPal, literalmente. Hice reservas de hoteles y trenes antes del viaje, fui al aeropuerto usando 99taxis (un servicio de taxis socio de PayPal en Brasil), utilicé el Uber en Francia, Rusia y China. Hice compras durante el viaje sin tener que poner la mano en el bolsillo.

 

Además del procedimiento mecánico de pagar por algo que PayPal elimina, uno de los factores más importantes para mí es la seguridad de no tener que cargar ningún medio físico de pago. ¡Acaba el temor de perder la billetera o la tarjeta de crédito, y eso en un viaje alrededor del planeta es muy importante!

 

Todavía falta algún tiempo para que el papel moneda sea totalmente eliminado. En Mongolia, por ejemplo, en muchos lugares todavía impera el trueque, donde el queso de cabras producido por los nómades se cambia por hortalizas en las apartadas villas. Pero, mientras tanto, los avances en la manera de pagar o cobrar por algo surgen cada día o en cada esquina.

 

En mi último vuelo del viaje, de Canadá a San Pablo, encontré un tótem en el aeropuerto de Toronto con una propuesta muy interesante: la de convertir el dinero que sobró de tu viaje en créditos en tu cuenta de PayPal. O sea, esas monedas o billetes que sobraron y que fatalmente estarían perdidos o a la espera de un próximo viaje al mismo lugar, lo que no siempre ocurre.

 

 

Mi último acto del viaje con PayPal fue tomar un 99taxis del aeropuerto a casa finalizando 32.000 kilómetros alrededor del mundo. Sí, ¡PayPal facilitó mucho mi jornada y otras van a llegar!