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Navidad en la Web: consejos para comprar tranquilo
Un dominio mal escrito o un sitio que no sea https podría llevarte directamente a un sitio falso diseñado para robar tu información.
 
Asegúrate de leer la política de privacidad del sitio para entender cómo y dónde se utiliza tu información personal.
 
La falta de una política de privacidad fácilmente visible debería ser una bandera roja para usar ese sitio. Desconfía de los enlaces en correos electrónicos no solicitados - escribe siempre el enlace directamente en tu navegador, no hagas clic en ellos en el correo electrónico.
 
Las ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad a menudo son, así que trátalas con aún más precaución.
 
Si un minorista en línea solicita información personal adicional, como una contraseña para tu correo electrónico o cuenta bancaria como parte del proceso de compras, no ingreses.
 
Asegura tu smartphone, si piensas usarlo para realizar compras en línea, debes contar con funciones de seguridad con contraseñas de doble factor y cifrado, en lo posible.
 
Contraseñas, un capítulo aparte
 
Siempre utilices contraseñas diferentes, largas y complejas (o frases secretas) para cada sitio, y trata que no tengan relación con las de tus bancos y cuentas principales.
 
Si no lo haces, un hacker puede robar tu contraseña para una cuenta y tendrá la rienda libre sobre las demás. Esto tendría consecuencias devastadoras en los sitios que tienen tu información personal y de tarjeta de crédito, recuerdes que no es tú quien está protegiendo esa información, y un tercero siempre puede fallar.
Habilita la autenticación multifactorial siempre que sea posible. Esto implica combinar dos o más "factores" diferentes para una mayor seguridad al iniciar sesión - como algo que un individuo tiene (como una tarjeta ATM o tarjeta inteligente), algo que un usuario es (como una característica biométrica como una huella digital o un análisis de retina) o algo que el usuario sabe, como una contraseña.
 
Las contraseñas no están destinadas a ser compartidas. Nunca entregues tus contraseñas en línea, por teléfono o incluso a amigos o familiares
 
No guardes las contraseñas. Muchos navegadores, programas o aplicaciones web ofrecerán almacenar tu contraseña para que sólo tengas que ingresar la contraseña una vez y nunca más.
 
Aunque aparentemente es una opción conveniente, es una mala idea almacenar contraseñas asociadas con cuentas personales o financieras. Esto es especialmente cierto si utilizas computadoras públicas o compartidas.
 
Marcelo Lozano, Periodista y Especialista en Seguridad
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