Moises Gormes, Head of Payments PayPal Mexico and Hispanic Markets
Aunque no lo creamos las fiestas de fin de año están nuevamente a la vuelta de la esquina. Y aunque el 2020 fue un año muy peculiar, el 2021 también dejó ver muchos cambios y si bien muchas personas anhelaron y siguen deseando un regreso a la normalidad, la realidad es que los eventos del 2020 nos han cambiado a todo nivel. Y, por supuesto, la forma en la que la compramos no es la excepción.
Lo que no ha cambiado es que los negocios esperan con ansias la temporada de compras navideñas, y más aun sabiendo que la misma empieza cada vez más temprano. Además, los expertos proyectan que las ventas superen las del 2020. Sólo como referencia, de acuerdo con la consultora Deloitte y su pronóstico de ventas minoristas navideñas es probable que las ventas minoristas navideñas en Estados Unidos aumenten entre un 7% y un 9% en 2021. En general, Deloitte proyecta que las ventas navideñas en ese país totalizarán entre $ 1.28 y $ 1.3 billones durante el período de noviembre a enero.
Sin embargo, el miedo al contagio sigue latente, y aunque anticipamos que las compras físicas deberían aumentar en comparación con el año pasado, las continuas preocupaciones sobre la variante Delta mantendrán a muchos alejados de los centros comerciales. El consumidor preferirá adoptar la nueva tendencia de compras en línea o recoger en la tienda que han demostrado ser muy populares hoy. Nuevamente ellos pondrán como prioridad su seguridad y estarán en busca de experiencias convenientes y personalizadas en un entorno de pago digital, haciendo el menor esfuerzo posible.
Por todo este escenario, los métodos de pago alternativos sin efectivo han cobrado mucha importancia . Las tarjetas de débito, que tradicionalmente ha sido un método de pago utilizado en entornos físicos, se han trasladado a los ámbitos digitales con compradores que buscan tener la flexibilidad de usar el método en ambos entornos. Los negocios deben asegurarse de admitir los métodos de pago con los que los consumidores buscan pagar. Es esencial activar tarjetas de débito en mercados como Brasil, donde hay más de 100 millones de usuarios, o México, que durante el 2020 registró un crecimiento importante del número de tarjetas de débito. De acuerdo al Banco de México (Banxico), las mismas pasaron de 137.2 millones en el trimestre abril-junio a 157.8 millones al cierre del periodo octubre-diciembre.
Por otro lado, se espera que prevalezcan las estrategias omnicanal. Los consumidores descubren productos de muchas formas, a través del correo electrónico, de búsquedas orgánicas, anuncios pagados, y obviamente campañas en las redes sociales. Es así como las estrategias de marketing de comercio electrónico omnicanal son de suma importancia. Este 2021 es muy importante que los vendedores cuenten con un plan de marketing integrado que toque una variedad de canales de comunicación y ventas. Si no, estarán destinados a perder frente a los competidores que tienen dicho plan. Para que los comerciantes se aseguren de que la temporada navideña de 2021 sea tremendamente rentable, es fundamental estar presente en todos los lugares donde es más probable que los consumidores compren.
Y si hablamos de seguridad, los compradores hoy en día están al tanto de que los fraudes digitales están a la orden del día. Ellos necesitan sentirse tranquilos de que su compra es segura y sus datos estén a salvo. La responsabilidad de las tiendas en línea es proveerles una experiencia de pago confiable. El cliente quiere eliminar la necesidad de ingresar los detalles de su tarjeta y demás datos requeridos.
Finalmente, es importante resaltar que ya no hay vuelta tras. El tren del e commerce salió y no se detendrá. El Global Payments Report 2021 prevé que las transacciones de comercio electrónico en América Latina superen los 160.000 millones de dólares en 2024, con tasas de crecimiento continuas de dos dígitos en las mayores economías de la región: Brasil (11,9 %), México (15,8 %) y Argentina (22,3 %). El e commerce debe ser el propulsor que logre cerrar la brecha de inclusión financiera. Debemos concientizar sobre las necesidades del consumidor actual, que se ha modernizado y tiene, cada vez, menos miedo a la digitalización. Veamos esta próxima temporada de fiestas como una oportunidad de dar un paso más hacia una región más evolucionada y dispuesta a cambiar su cultura financiera.